Desde que tengo niños una de las estancias favoritas de mi casa es la habitación infantil.

En seis años ha ido variando según las necesidades de cada uno, desde la cuna a las camas actuales, siempre compartiendo habitación. La disposición de las camas es lo que define una habitación infantil compartida, y con las ideas de hoy veremos tipos de disposiciones y cómo adaptarlas en tu vivienda.

1. La disposición más habitual de las camas es en paralelo. Normalmente los dormitorios tienen cabida para dos camas así colocadas, dejando el paso en medio y pegadas a las paredes laterales. Nosotros tenemos colocado entre las camas un mueble estantería que hace las veces de mesita de noche, a la vez que almacenamos libros y algo de ropa en los cajones.

2. En vez de una mesita de noche puedes aprovechar la ventana como elemento separador de ambas camas, no hay cabecero más luminoso y original.

3. Si el espacio interior que te queda es demasiado angosto, son perfectas las camas nido, para que queden recogidas durante el día y dejen espacio de juego.

4. Otra opción, que a mis hijos se les encantaría, son las literas. Una cama encima de la otra. Si no tienes mucha altura van a quedar perfectas las camas Kura de Ikea (puedes ver más ideas en este post). Aunque eso si, mejor para habitaciones de niños pequeños.

5. Con un poco más de superficie puedes colocar las camas en litera formando un ángulo de 90º. De esta manera parece que el espacio respira más y no agobia tanto al inquilino de la litera de abajo. Esta opción además permite utilizar la superficie inferior de la litera de arriba como zona de trabajo o almacenamiento.

6. Las camas alineadas son posibles en habitaciones largas y estrechas. Necesitarás un mínimo de 4 metros de largo para poder colocarlas, y es una disposición muy limpia que deja toda la habitación diáfana.

7. En habitaciones más grandes otra disposición a tener en cuenta es el de las camas en ángulo. Esta fue la primera opción que barajé para la habitación de mis peques, si no fuera por un pilar de la esquina. Esta forma de colocar las camas deja un espacio “muerto” en los cabeceros, que puedes aprovechar para colocar un arcón de almacenaje y estanterías.