Decora un rincón de la casa con botellas recicladas. Píntalas del color que más te gusten y ya tienes unos jarroncitos vintage y ultra chic.

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¿Te faltan estanterías? Puedes reciclar viejas cajas de frutas (mejor si son de madera), pintadas y decoradas con washi tape para albergar tus libros o cualquier otro objeto. Te encantará el resultado.

Los cabeceros me suelen dar quebraderos de cabeza, valga la redundancia. Y es que no encuentro ninguno que me enamore. Así es que nada mejor que hacer el de las camitas de los niños con tablas de palés. Lijar, cortar y pintas, así de sencillo. En forma de nube, como este, me tiene entusiasmada.

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Siempre me han gustado los trillos antiguos. Quiero conseguir uno para hacer una mesa de centro, con un vidrio por encima y unas ruedas, una mueble que no va a dejar indiferente a nadie. Si no encuentras uno en el pueblo, siempre queda la versión fácil con palés.

 Da una vuelta de tuerca a los muebles de Ikea personalizándolos a tu gusto. La estantería Expedit (desde 29.99€)  o la mesita Lack (6.99€) pueden convertirse en piezas exclusivas con un poco de imaginación.

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¿Qué no te da el presupuesto para lámparas de lágrimas y de diseño carísimas? Puedes iluminar tus estancios con las bombillas a la vista, con el cable a modo de guirnalda y las bombillas grandes y opacas, que pueden dar resultados tan increíbles como estos.

 Un nuevo aire a las paredes ¡con punto de cruz! Una plantilla que te guste y pintura de colores, seguro que en el dormitorio queda tan romántico…