Vivir en un auténtico loft de estilo newyorkino debe ser una experiencia única.

Convertir un antiguo molino lleno de historia en varios apartamentos, darles nueva vida como estancias residenciales, también, especialmente si eres arquitecto.

Uno de estos apartamentos viene en el post de hoy; un loft de 208m2 en una sola planta. De techos altos y aire industrial, un estilo que aporta modernidad y que es de mis favoritos.

Veamos 7 claves de este loft:

1. El uso de los materiales como el ladrillo y el yeso, recuperan el estilo del pasado. No restan luz gracias a los grandes ventanales de los que dispone toda la vivienda.

2.Estas ventanas proporcionan vistas en todas las direcciones, realizadas con carpinterías oscuras de cuarterones, que aportan un juego de luces y sombras muy interesante.

3.El suelo de madera en color gris, aporta calidez y contraste con los tonos más oscuros del mobiliario.

4.Estructura de hormigón visto, con techos elevados e instalaciones al aire, al más puro estilo industrial, que contrasta con las exquisitas piezas de arte y los textiles.

5.La cocina elevada como una continuación del pavimento, realizada en colores grises y metálicos, como elemento central del loft junto al salón.

6.El toque de luxe, lo da el ascensor que llega hasta el centro de la vivienda.

7.Mi pieza favorita, la espectacular lámpara sobre la mesa del comedor, como una malla enredada de luz, como si de un elemento escultórico se tratara.

En definitiva, una vivienda cómoda, llena de detalles y con una impronta masculina, en la que no me importaría vivir. Los techos tan altos y esa luz, la convierten en un loft muy especial.